La resistencia aerodinámica es el factor principal de pérdida de energía en un móvil a alta velocidad, llegando incluso a usarse el 93% de la potencia suministrada por el motor para vencer las fuerzas producidas por el roce con el aire.
Sin embargo, en los inicios de la fabricación de automóviles no se prestaba mayor importancia a los factores aerodinámicos: Los parabrisas y radiadores eran verticales, la carrocería estaba llena de irregularidades y la línea del coche terminaba abruptamente de forma vertical, lo cual creaba un vacío parcial en el aire que frenaba al vehículo cuando alcanzaba altas velocidade
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El primer vehículo que tuvo en cuenta los principios de aerodinámica fue Rumpler Tropfenwagen (ver foto), en la década de los años 20, Éste fue el primer automóvil con forma de lágrima y tenía un asombroso Cx (Coeficiente de penetración) de 0.28 (muy superior a la mayoría de los autos modernos), pero muy poco práctico.
En la década del 70, la crisis de los combustibles despertó un mayor interés por la aerodinámica y en las formas de obtener un mejor rendimiento.
La cantidad de superficie del móvil que se enfrenta al viento, junto con el coeficiente aerodinámico, son los dos factores que determinan la resistencia aerodinámica final, por lo que pequeños detalles como el enrasado de las ventanillas, la eliminación de los vierteaguas, el carenado del limpiaparabrisas y un tapón de deposito de gasolina liso, pueden mejorar la
aerodinámica del vehículo.
En general, las formas suaves (en parachoques, retrovisores, faros) mejoran la aerodinámica, sin embargo, un final del techo o del maletero en esquina y dirigido hacia abajo es mejor que un final de techo o maletero redondeado.
Las carrocerías bajas son una solución poco utilizada, pero efectiva. Además, se pueden utilizar para pegar más el coche al suelo, con muy poca influencia en la resistencia.
Los automóviles modernos normales tienen un Cx de entre 0,30 y 0,35. Los todoterrenos de entre 0,35 y 0,45. Algunos vehículos especiales pueden bajar a valores de entre 0,25-0,30.
Los coches de carreras se diseñan para mejorar deliberadamente el Cx, evitando así que el coche se levante del suelo.
En el caso de las motocicletas, las deportivas están equipadas en su mayoría de un carenado (carrocería) que mejora su aerodinámica, con el fin de alcanzar altas velocidades, habitualmente por encima de los 250km/h. La posición del conductor de una moto deportiva es usualmente muy agresiva, en el sentido de que obliga al cuerpo a estar muy adelantado. Con ello se gana estabilidad en la dirección y facilita la aerodinámica.
Sin embargo, en los inicios de la fabricación de automóviles no se prestaba mayor importancia a los factores aerodinámicos: Los parabrisas y radiadores eran verticales, la carrocería estaba llena de irregularidades y la línea del coche terminaba abruptamente de forma vertical, lo cual creaba un vacío parcial en el aire que frenaba al vehículo cuando alcanzaba altas velocidade
El primer vehículo que tuvo en cuenta los principios de aerodinámica fue Rumpler Tropfenwagen (ver foto), en la década de los años 20, Éste fue el primer automóvil con forma de lágrima y tenía un asombroso Cx (Coeficiente de penetración) de 0.28 (muy superior a la mayoría de los autos modernos), pero muy poco práctico.
En la década del 70, la crisis de los combustibles despertó un mayor interés por la aerodinámica y en las formas de obtener un mejor rendimiento.
La cantidad de superficie del móvil que se enfrenta al viento, junto con el coeficiente aerodinámico, son los dos factores que determinan la resistencia aerodinámica final, por lo que pequeños detalles como el enrasado de las ventanillas, la eliminación de los vierteaguas, el carenado del limpiaparabrisas y un tapón de deposito de gasolina liso, pueden mejorar la
aerodinámica del vehículo.
En general, las formas suaves (en parachoques, retrovisores, faros) mejoran la aerodinámica, sin embargo, un final del techo o del maletero en esquina y dirigido hacia abajo es mejor que un final de techo o maletero redondeado.
Las carrocerías bajas son una solución poco utilizada, pero efectiva. Además, se pueden utilizar para pegar más el coche al suelo, con muy poca influencia en la resistencia.
Los automóviles modernos normales tienen un Cx de entre 0,30 y 0,35. Los todoterrenos de entre 0,35 y 0,45. Algunos vehículos especiales pueden bajar a valores de entre 0,25-0,30.
Los coches de carreras se diseñan para mejorar deliberadamente el Cx, evitando así que el coche se levante del suelo.
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